Para arquitectura divergente el concepto no es físico sino emocional, al pensar en una vivienda. Esta idea tiene las opciones de ver del exterior al interior o ver y disfrutar de cada espacio de manera particular.

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La vivienda se plantea en un lote con restricciones de forma y dimensión en virtud de plantearse para poder construir dos casas diferentes. El terreno cuenta con una fachada norte que no permite incidencia solar un solo día del año, ademas no cuenta con vistas importantes. Se proyectaron espacios con vida propia y distinta, con una columna vertebral vertical que los une y permite desarrollar emociones y actividades totalmente disímbolas.

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La protección y desarrollo de cada miembro de la familia que cuenta con el espacio especial lograría formar personalidades fuertes y seguras. Diseñamos vidas, no espacios.